Detalle de la opinión
Desagradable momento
Uno, en su afán de agradar a las personas que le tratan bien, pretende corresponder, cuando menos en la misma medida.
Ayer, 9 de marzo de este 2011, con dos personas dominicanas, yo me encontraba en esa situación y pretendiendo algo especial, pregunté a otra persona con la que tenía que hablar de otro asunto me indicó el restaurante Vizcaya, incluso me llevó hasta la puerta, previamente yo había indicado a mis invitados que se dirigieran allí.
Debo reconocer que el local, de un decorado rústico, me resultó agradable. Del personal de servicio, digamos que no son muy atentos a lo que le hablas, pero en su forma y manera, cuando menos intentan ser agradables a su manera, nada que ver con lo que les dices, pero en su mente creen que lo tu les vas comentar ya se lo saben y te responden a tenor de ello y hay veces que aciertan.
Luego, después de pedir una paella de marisco para tres y en tiempo record (menos 15 minutos) se presenta el camarero con una aparentemente vistosa paella (que rapidez) que hasta parecia apetitosa. El problema, empieza cuando observo que las anillas de calamares, están sueltas encima del arroz, no formando parte del guiso. Tomo una de estas anillas y efectivamente, carece de los sabores adecuados a una paella bien hecha, además de carecer totalmente de la sal. Le indico al camarero de forma adecuada y tomando otra pieza de calamar, se la entrego y le indico que se la de a probar al cocinero ( para que se de cuenta de lo incorrecto de preparar la paella así)y mi sorpresa empieza cuando el camarero me contesta que ya la probará en la cocina con las que tienen allí (como es eso, que las preparan en serie y luego le añaden los tropiezos?) a lo que le respondo que cada paella es diferente, para que entienda que una diferente de la otra, si bien tienen que tener un factor común...
Al observar que en vez de a la cocina, se dirige en un señor que estaba sentado al otro lado del comedor, me dirijo a él. ...mas sorpresas, al acercarme a este caballero de tremenda estatura, por cierto exhibe, al parece con orgullo, unos recortes de prensa con su foto, que no accede a responder sobre si vinculación con el restaurante, comienza a decir que yo no puedo ir insultando, que esa no es manera y me empieza a dar, supuestas lecciones de educación y urbanidad. Por supuesto, no me permitió hablarle ni siquiera de lo que yo pretendía y se va del local dándome la espalda, y error mío, le sigo para decirle que en ningún momento yo insulté a su camarero y/o cocinero y me recrimina de que yo he dicho "coño", lo que es verdad, espero me sepan disculpar quien no entienda esa palabra en el contesto de una conversación y que eso es insultante (mil perdones), pero de haí salta a mencionar esa parte de mi madre ¿...? y otras lindezas similares ...supuestamente ese señor si no es el dueño, algo tiene que ver con el restaurante. El restaurante Vizcaya posee calidad en todo: cocina, personal y responsables. Claro, si Ud. quiere degustar un buen manjar, le sugiero busque otro lugar, pero si lo que desea es un espectáculo de vodevil, el Vizcaya es su lugar, pero recuerde, si leyó esto, luego no se sienta estafado, por eso es que le aviso.
Gracias y disculpen la extensión
Peyo